«no tuuiesse escusacion la malicia de·los principes y sacerdotes: y ahun porque por la memoria de tan esclarescido milagro, el pueblo se mouiesse a le recebir el domingo de ramos con tanta reuerencia y honor, ante de su sagrada passion: segun estaua ya profetado por aquel gran Zacarias. Supiendo pues el piadoso señor, que hauian ya los judios publicamente conspirado en su muerte: siendo muy cerca la pascua, en·la»