«matastes: muriendo por vuestra mano: vos escusaua por innocentes. O coraçones duros, mas que de diamante y de fierro: no solamente reprochastes vuestra libertad, y vuestro rey y señor: mas ahun con desseo de·le renegar, dando bozes sin seso llamastes, non habemus regem nisi cesarem. Por cierto muy bien dixistes: ca segun vuestra malicia, no era razon que hallassedes rey que os saluasse: mas cesar que os condenasse. Entonces Cayphas que era pontifice, por»