«incurristes tan tiranica seruitud, y tan miserable: que para siempre jamas quedastes sieruos del gran Lucifer. maldicion sea a vosotros: pues quisistes seruir pudiendo ser libres. pues aquel piadoso señor que matastes: muriendo por vuestra mano: vos escusaua por innocentes. O coraçones duros, mas que de diamante y de fierro: no solamente reprochastes vuestra libertad, y vuestro rey y señor: mas ahun con desseo de·le renegar, dando bozes sin seso»