«todo el mundo: y echar lo a perder: y no tenian los tristes cuydado, de tomar consejo para no pereçer. Temian los malauenturados: y consejauan: y dudaron de temor: donde ningun temor se fallaua: como reza Dauid. Ca si creyeran, y no le mataran: ni perdieran su gente, ni menos su señoria: mas con recelo de·lo temporal: y con descuydo de pensar en·lo eterno, los tristes cuydados perdieron lo»