«las tristezas y miserias del mundo. y por·ende por la muerte de nadi, ni ahun por la nuestra no nos deuemos entristeçer. ca no seria razon, recibiessemos premio de aquel a quien ymos forçados. Lleuantando despues los ojos al cielo, el piadoso Jhesu: dando gracias al padre: el qual exaudescia siempre sus peticiones. hizo oracion: por enseñar nos, que en·las necessidades y angustias es la oracion muy seguro refugio.»