«Christo Jesu: mas ahun oyr la voz tan intonada del padre. Por semejante seremos bienauenturados nosotros, o hermanos carissimos: si firmemente creyeremos lo que aquellos creyeron, y si como lo amaron amamos. mas porque la flaqueza humana no pudo çufrir la majestad de·la gloria de·la diuinidad: oyendo los sanctos apostoles la terrible voz de·la nuue: cayeron encima sus rostros. E por·ende dize Remigio: cayeron los discipulos para»