«adelante oyd y seguid la lumbre resplandesciente y verdadera del sagrado euangelio. Bienauenturados pues podemos llamar los apostoles: los quales no solo merecieron ver la claridad de Christo Jesu: mas ahun oyr la voz tan intonada del padre. Por semejante seremos bienauenturados nosotros, o hermanos carissimos: si firmemente creyeremos lo que aquellos creyeron, y si como lo amaron amamos. mas porque la flaqueza humana no pudo çufrir la majestad de·la»