«glorioso Pedro, quando liendo dispone por platica la ley, las prophecias, y el euangelio, creyendo con·el coraçon, confessando con·la boca, y cumpliendo con·la obra. No le respondio el glorioso Jesu a su peticion, por ser indiscreta, ahun que fuesse llena de deuocion: ca no era tiempo ahun de morar en aquella gloria sensible: mas esperar el aposiento en aquella eterna gloria: donde no hay temor de aduersidad de»