«fazer tabernaculos temporales: quan grande sera la suauidad y dulçor de entreuenir y morar para siempre en·los choros de todos los sanctos y angeles. O Pedro no sabes lo que te pides, como reza Damaso: ca si morara tu maestro donde tu desseauas: ni huuieras tu recebido las llaues del cielo, ni perdiera la muerte su tirania. Onde Augustino, que dizes Pedro? el mundo pereçe, y tu pides morada? vees»