«majestad, que oluidando subitamente a si mesmo con todas las cosas del mundo: luego tracto con Jesu de se quedar alli para siempre: y tan ganoso estaua de gozar de aquella gloria continua, que procurando aposientos para los profetas y a Christo: oluido a si con sus compaƱeros. Quien no oluidaria a si mesmo, o alma christiana: viendo el principe de nuestra salud tan resplandesciente en su gloria? Quien no dessearia»