«el Spiritu Sancto, consolador en aquesta vida, de spirituales consolaciones, los que lloran sus propias culpas y ajenas: y seran consolados en·el siglo, que es por venir por alegria y por gloria: que son recompensas del lloro: como nos reza Crisostomo.§ La quarta es: bienauenturados son los que han hambre y sed de justicia: ca ellos seran contentos y saciados. Jamas, o amigos y hermanos nos deuemos estimar por justos:»