«bienauenturada es la lagrima, que por mano del piadoso señor meresce ser alimpiada. y como Maximo scriue, las lagrimas no piden perdon: mas es cierto que lo merescen: ni tan poco dizen la causa del daño: mas alcançan el effecto de·la misericordia. y muchas vezes el hablar no declara todo el negocio: mas las lagrimas siempre manifiestan todo el afecto. Consolara pues el Spiritu Sancto, consolador en aquesta vida, de»