«tanto son verdaderamente bienauenturados los mansuetos y pascientes: ca ellos posseeran la tierra. conuiene saber la tierra propia suya del cuerpo: ca son señores de si: y ahun la del cielo: ca en pasciencia, como reza el sagrado euangelio, posseeran las almas en·el reyno de Dios. Seamos pues humildes y mansuetos, o señores y hermanos, como reza Augustino, porque posseamos la tierra: ca aquel possee verdaderamente la tierra, que por»