«llamados bestiales, deuen por·ende ser sojetos a otros. Por tanto contra natura y razon ensoberueçe, quien dessea por sus merescimientos ser preferido. E como quiera que por defectos de muchos, el officio de·la prelacion sea muy necessario: no se sigue por esso que a nadi sea licito el dessear lo. y ahun que el hombre se repute por digno y sufficiente: no se deue dessear ni querer. Ca si»