«carne, tan grandes temptaciones y llamas: que por obra del diablo le parecia estar siempre en·los solazes y danças de·las donzellas de Roma. por lo qual noches y dias llorando, pedia a Dios tranquilidad y reposo. y dezia que infinitas vezes hauia sentido consolaciones angelicas.§ Esso mesmo se lee de Maria egipciaca: la qual desnuda en·el desierto .xviij. años sintio temptaciones tan peligrosas que llegaua cada dia a»