«lo da no lo conserua.§ El segundo prouecho es, que nos induze la temptacion a caridad perfectissima: porque conosciendo el pecador por humildad, que cayendo no se puede leuantar sin el ayuda de Dios: se incita a adorar le, y amar le como seguro refugio, y sancta consolacion de sus temptaciones. y hablando de aquesto Bernardo, en·el libro del Amor de Dios dize, que natura humana fue assi ordenada y»