«tan excessiuos dolores, como por mi pecador suffriste en tu venerable y delicada persona? Tu solo señor, que nasciste de aquella fuente sillada de tu sanctissima madre y siempre virgen Maria. En ti solo señor piende mi verdadera caridad, mi sperança, y mi fe. jamas me partire de·la cruz, porque se marauillen los angeles, y los demonios: y mis enemigos se espanten y tiemblen: y se alexen de mi. Por·»