«seguro, de tu santa y abundosa passion: y ende hallare muy caro y precioso señor, el minero de·los tesoros de tu misericordia: donde por me abraçar y saluar: estas tu señor con·los braços abiertos: y con·la cabeça inclinada por dar paz y sossiego a mi alma: enclauados los pies por me sperar siempre que quisiere ser tuyo. y con·el costado abierto, por me recrear, redemir, y saluar.»