«segunda sera hincar las rodillas en tierra: estimando se por mucho menor de todos los hombres. La tercera sera prostrar·se de todo en·el suelo, en aquel lugar donde ha de quedar para estar contemplado: y ende se estimara por nada en·el conspecto diuino. E despues de todo aquesto puestos los ojos y el pensamiento en·las llagas del crucifixo: hazer se ha la señal de·la cruz en·»