«que ignoran la virtud de nuestro redemptor y maestro? Donde hallaran la verdadera prudencia sino en su marauillosa doctrina? Donde la verdadera justicia, sino en su misericordia infinita? Donde la complida fortaleza, sino en su bendita passion? Donde la verdadera templança, sino en sus milagros y vida? Porque como Ambrosio nos canta. Si desseas curar de tus llagas, el es fisico. Si te agrauia la set, el es fuente. Si la»