«endreçar el thesoro y recuerdo de aqueste tan diuino y esclarescido misterio, muy altos y muy poderosos principes señores y reyes, saluo a vuestras altezas? Donde todos los smaltes y joyas de nuestra fe hallamos engastonadas. y a quien tan conoscidamente encomendo Dios mesmo, la vengança de sus enemigos, y con piensa acordada les ha hecho por obra y por sperança señores del mundo. pues vemos que empues de tomadas las»