«y consuelo. Con su recuerdo qualquier otra passion se nos haze liuiana, qualquier trabajo nos pareçe descanso, qualquier dolor tenemos por alegria, y en fin qualquier pobreza nos es complido contentamiento. A quien pues mas dignamente se puede y deue endreçar el thesoro y recuerdo de aqueste tan diuino y esclarescido misterio, muy altos y muy poderosos principes señores y reyes, saluo a vuestras altezas? Donde todos los smaltes y joyas»