«sea cierto que muchos mal nascidos esquiuen la tal infamia. E en aquel caso es de añader el tercer remedio conuiene saber que el derecho humano: e sin infamia suya puede y deue de su dote quando la tuuiere a su mano, o de·los bienes otros suyos restituir a su marido: y guardar de daño a sus fijos. Ca es obligada de satisfazer a su marido de·lo que gasto»