«tan licitas y honestas ante quiça con mayor tenacidad ternia los bienes porque no lo tuuiessen por borde. como sea cierto que muchos mal nascidos esquiuen la tal infamia. E en aquel caso es de añader el tercer remedio conuiene saber que el derecho humano: e sin infamia suya puede y deue de su dote quando la tuuiere a su mano, o de·los bienes otros suyos restituir a su marido:»