«ninguna honesta persuasion y consejo el coraçon del tal fijo no puede ser inclinado para que dexe la herencia: no paresce que deua destruir se le como no sea cierta que el tal pudiesse ser inclinado por ella a que diesse lugar a cosas tan licitas y honestas ante quiça con mayor tenacidad ternia los bienes porque no lo tuuiessen por borde. como sea cierto que muchos mal nascidos esquiuen la»