«restante ninguna cosa vale la tal remission del peccado publico quanto al alma. Onde quando el mercader que ha padecido fortuna en mar se abate: e esconde muchos bienes suyos muebles: porque no vengan en manos de·los creedores: y busca de concordar se con ellos por menos quantidad de·lo que deue conuiene saber que respondiere a cada vn creedor a razon de quinze sueldos por libra podiendo pagar todo,»