«la injuria no es obligado remeter la: sino que se le satisfaga primero. Empero es de aduertir a cerca de·los señales del rancor: que ay algunos apartados: e otros muy propinquos: que ponen sospecha probable de rancor. Assi como quando alguno quita la fabla al que le ha offendido, o topando le aparta se d·el, o mira lo con mal rostro: e cosas semejantes. e estas señales no deue»