«maldiziente: mi vida. a .viij. de·los Prouerbios. La muerte: e la vida esta en·las manos de·la lengua maldiziente. E tiene cinco dedos. El primero es quando alguno accusa a otro falsamente: e conuencido del crimen: es condenado. Ca el tal es obligado no a descubrir la falsedad despues de punido el acusado: ca seria: e encorreria peligro de su persona. e a aquel punido no le satisfaria: mas»