«no hauia quien lançasse la piedra: ca pregunto como apedrearia: el que conocia deuer ser apedreado? Ca ninguno estaua sin peccado. en·lo qual se entiende hauer sido todos peccadores e culpables. Ca los peccados veniales siempre eran perdonados por cerimonias. e assi si en ellos hauia algun peccado: era criminal. Peores pues son en esto los sacerdotes: que no se edifican primero: que los que guardauan a nuestro señor de»