«esto vio el çenturion que lo guardaua dixo. Verdaderamente este onbre era fijo de dios. Estonçes vinjeron dos caualleros e quebraron las piernas a·los ladrones, porque non quedasen ally el sabado que era dia festiual. E quando vinjeron a Jhesu Christo para ge·las quebrar fallaron lo ya muerto, e non llegaron a el, mas vno dio·le una lançada por el costado e salio sangre e agua. Ca otro»