«fecho de vender la sangre del iusto. E ellos dixeron. que nos da a·nos. tu te vieses. E echados los dineros en·el templo fue·se a·su casa e colgo·se, e colgado rebento por medio e derramaron se todas sus entrañas. Ca indigna cosa era que el anima de aquel desuenturado que saliese por la boca. la qual avia besado al su señor. El qual pudiera aver perdon»