«la virgen. E el señor de·la casa, oyendo esto, e sabiendo como se trataua la muerte, dixo. O señor bendicho, estemos aqui quedos que aquj estaredes bien seguro. E Jhesu Christo sabiendo que se açercaua la ora de su passion dixo. Vayamos de aquj, que nesçesario es que se cumpla la voluntad del padre que me aca envio. E el señor de·la casa le dixo. Señor, e donde queredes»