«cabeça, e fue lloro, e planto muy amargo por tu fijo vno engendrado, e muy amado, ca todos te veran desconsolada, e madre de amargura. E asy non veo cosa en que te mas pueda consolar que dezjr·te las amarguras que te han de venir porque te apareies a·pasçiençia. Ca toda tribulaçion tanto menos atormenta. quanto mas es proueyda, e sabida. E por ende sepas que tu anima sera»