«que contra Abraham, e contra su fijo, al qual dexaste que no estendiese la mano contra el, njn le fiziese ninguna cosa, porque conosçias que temja a·ty. Pues çierto yo te temo, e te amo quanto tu sabes, e ni por todo eso non quieres perdonar, al mj fijo, como sea verdad que por sola tu grand piedad, enbiaste, el propheta Eliseo para que resuçitase el fijo de·la viuda.»