«de·la alma. a los quales las buenas palabras de los mandamientos diuinos dan asco. e nos parecen amargas. e el suauissimo pan de·la palabra de Dios: se nos torna fiel. Guay de nos desuenturados. Guay quan de entrañal consideracion llamo el Apostol las tales cosas: miserias humanas: diziendo. Desuenturado de mi: quien me librara del cuerpo de aquesta muerte. e continua diziendo. La gracia de Dios por Jesu Christo.§»