«hai so el cielo tan amada: como la alma deuota: a la qual entra Dios para apascentar la de su carne gloriosa. O gracia inestimable. o marauillosa homildad. o amor sin medida dado: e otorgado specialmente al hombre. Mas que dare yo a Dios por esta gracia: e por caridad tan grande. No hai otra cosa. que mas de grado le pueda yo dar. saluo que de enteramente mi coraçon a»