«trastornar los con su acostumbrada malicia: o para tornar los muy temerosos: e dudosos. por que diminuya su afficcion: o les quite la fe peleando: si quiça podra fazer que o dexen del todo la comunion: o lleguen a ella tibios: e sin feruor. Mas no deuemos curar de sus astucias e fantasias quantoquier suzias e spantosas. mas deuemos quebrantar sobre su cabeça todas las fantasmas e sombras suyas. e deuemos»