«peccado: que contrasta a·la ley de mi pensamiento. e me lieua catiuo a obedecer en muchas cosas a la sensualidad: e no puedo resistir a sus passiones: sino que me ayude tu sanctissima gracia infundida con ardor en mi coraçon. Menester es tu gracia e que sea grande: para que se vença la natura: siempre dende su mocedad: inclinada al mal. Ca despues de ella cahida por el primer hombre»