«el coraçon assi apartado de todas las cosas. ni el hombre sensual: o carnal conosce la liberdad del hombre interior. Empero si quisiere ser verdaderamente spiritual conuiene que renuncie assi los que le stan de·lexos: como a los de cerca. e de ninguno guardar se tanto como de si mismo. Si te perfectamente vencieres: ligeramente senyorearas las otras cosas. Ca perfecta victoria es ser vencedor de si mismo. Ca el»