«soy digno de vna pequeña consolacion. Mas tu piadoso e misericordioso que no quieres que tus obras perezcan: por mostrar las riquezas de tu bondad en los vasos de tu misericordia haun allende el propio merecimiento has por bien de aconsolar a tu sieruo sobre toda medida humana. Ca tus consolaciones no son assi como las razones: e fablas humanas. Señor que he yo fecho: para que tu me diesses alguna»