«desseada volundad. e no deseches mi vida peccadora: a ninguno meior: ni mas claramente manifiesta que a ti solo. Senyor otorga me saber lo que es de saber: e que ame: lo que es de amar. e loar lo que a ti mucho plaze. e estimar lo que te parece precioso. e vituperar lo que a tus oios parece suzio. No me dexes judgar segun la vista de·los oios exteriores:»