«e no es menester que alguno te enseñe: e amonieste de·las cosas: que en la tierra se fazen. Tu sabes lo que conuiene para mi prouecho. e quanto sirue la tribulacion para alimpiar el orin de·los vicios. Faz comigo tu desseada volundad. e no deseches mi vida peccadora: a ninguno meior: ni mas claramente manifiesta que a ti solo. Senyor otorga me saber lo que es de saber: e»