«encoruaran mas las rodillas a ferir los pechos. por que no le va assi como hayer e anthier: quando resplandecia tu candela sobre tu cabeça. e era guardada de·las tentaciones que venian sobre ella: so la sombra de tus alas. Padre iusto e siempre de loar: venida es la hora para que sea tu sieruo experimentado. Padre digno de ser amado: cosa digna es que tu sieruo padezca por ti»