«e te leuanta poderosamente: que no caygas en tierra de tu propio peso. Ca esso no lo recibes tu por tu pensamiento: o esforço. mas con el solo querer de·la sobirana gracia: e del respecto diuino: por que aproueches en virtudes: e en mayor homildad. e te aparejes a las peleas venideras: e trabaios en te allegar a mi con toda affeccion de coraçon: e seruir me con feruiente volundad.»