«no osarias quexar te sola vna vez. No son quiƧa de suffrir todas las cosas trabaiosas por la vida eterna. No es pequenya cosa: el ganar: o perder el reyno de Dios. Leuanta pues tu rostro al cielo: e mira a mi: e a todos los sanctos: que stan comigo: los quales en este mundo houieron gran pelea: e agora gozan e son aconsolados: e seguros: e agora fuelgan: e sin»