«enxalçados: e tu ser desechado: e homillado. Leuanta tu coraçon a mi en el cielo: e no te entristecera el menosprecio del hombre en la tierra. Senyor en ceguedad stamos: e luego somos por la vanidad enganyados. Si bien me paro mientes: nunqua me ha sido fecha iniuria por hombre del mundo. E por esto no tengo de que me pueda justamente quexar contra ti. E porque muchas vezes: e grauemente»