«rostro no se mude dende adelante en cosas diuersas. mas mi coraçon se conuierta: e fuelgue en ti solo. por·ende si yo supiesse bien desechar toda la consolacion humana: agora fuesse por alcançar deuocion siquiere por la necessidad que me fuerça a buscar te (ca no hai hombre que me consuele) entonces podria con razon sperar en tu gracia: e gozar me del don de·la nueua consolacion. muchas gracias»