«pesamos nuestras obras con estrecho examen. ni miramos en·donde yazen nuestras affecciones. e no lloramos quan suzias sean todas nuestras cosas. Toda carne hauia corrompido su carrera. e por esso se siguio el gran diluuio. e assi como nuestra interior affeccion sea corrupta: necessario es que la accion siguiente: que es señal de·la priuacion de·la virtud interior: tambien se corrompa. Del puro coraçon procede el fruto de·la»