«e la perfeccion del hombre. Pues senyor en que? En offrecer te de todo tu coraçon a la volundad diuina. no buscando tus enteresses en lo poco. ni en lo mucho. ni en las cosas temporales. ni en las eternas tanto que fagas con egual rostro gracias a Dios en las cosas prosperas e aduersas: pesando lo todo con egual balança. Si fueres tan fuerte e constante en la sperança: que»