«yo mi flaqueza: que mas ligeramente cargan sobre mi las abominables fantasias. que se van. Pluguiesse te ya fortissimo Dios de Ysrael zelador de·las almas catholicas de mirar el trabaio: e dolor de tu sieruo. e de star cabe el en todas las cosas: e en todos los logares adonde fuere. Enfortece me de celestial fortaleza: de manera que ni el vieio hombre. ni la miserable carne: haun al spiritu»